El domingo 19 de septiembre de 2021 a las 14:10 entró en erupción en el paraje de la Cabeza de Vaca, cercano a la localidad de El Paraíso del municipio de El Paso de la isla de La Palma un volcán, que se ha denominado el volcán de La Palma o el de Cumbre Vieja. Tras 85 días y ocho horas de “tragedia”, el día 25 de diciembre, por fin llegó la ansiada noticia desde el Gobierno canario:"La erupción ha terminado". La lava ha afectado a más de 1.241 hectáreas de la isla canaria y a 2.988 construcciones de todo tipo desde el inicio de la actividad volcánica, de las cuales 2.790 han sido destruidas en su totalidad según los datos del satélite Copernicus que recoge el Plan Pevolca. Ahora comienza la reconstrucción.
Conoce en directo qué está pasando en el volcán hoy
Está siendo devastador en todos los sentidos: emocional, físico y económico. Cientos de familias han perdido sus recuerdos, pertenencias, casas, negocios… En definitiva, su vida, tal y como era antes de ese 19 de septiembre. Y lo que es peor, pensar en el futuro les desborda, es incierto, no saben lo que les espera ni cómo podrán afrontarlo. La desconfianza hacia las ayudas, tiene repercusión en su estado anímico y les impide plantearse su futuro. Actualmente, más de 7.000 personas permanecen aún evacuadas y de ellas, 2.329 están directamente afectadas por residir en las faldas del cono volcánico.
No obstante, en estos momentos hay que seguir atendiendo las demandas más inmediatas de las personas afectadas, como el alojamiento. El destrozo de sus casas ha provocado una emergencia habitacional, necesitan un techo donde poder estar con sus hijos. Algunas familias tienen recursos económicos para poder afrontar el alquiler de algún piso o apartamento, pero otras muchas no o se les acabará al haber perdido sus negocios.
El alojamiento es una necesidad fundamental pero también lo es la ropa, calzado, productos de higiene personal y alimentos no perecederos. Las necesidades de los damnificados por el volcán son muchas.
Ahora más que nunca, hay que ayudar, ser solidarios y colaborar para relanzar la maravillosa isla de La Palma y reparar los daños ocasionados. Sin duda alguna, el posvolcán va ser más duro que el volcán.
Ponte en su situación
¿Has pensado por un instante que esto te hubiera ocurrido a ti? ¿Te has puesto en su lugar? ¿Eres capaz de pensar y sentir lo mismo que ellos? No sería extraño, nosotros vivimos en Ciudad Real, otra zona volcánica activa junto a las Islas Canarias en España .
Hace unos días se publicaba en el diario Lanza un estudio realizado por un estudiante de nuestra universidad, en el que se analizaba qué pasaría si uno de nuestros volcanes, en este caso el de Cabezamesada, entrara en erupción. Sería igual de devastador o más que el de La Palma, más de 3/4 de nuestra ciudad sería arrasada por el magma. Y en ese caso, seríamos nosotros los que habríamos perdido toda nuestra vida y los que tendríamos un futuro incierto. Seríamos nosotros los que necesitaríamos consuelo y sobre todo ayuda.
Nosotros si hemos sentido lo mismo que ellos, por eso mismo estamos tan involucrados con esta iniciativa, ya que nos hemos visto identificados en ellos y queremos ayudar lo máximo posible, aportando nuestra ilusión y esfuerzo.